jueves, 22 de octubre de 2020

¿Cómo llueve en Santa Cruz?

 En años recientes nos hemos acostumbrado a la sobre – abundancia de noticias y artículos sobre el cambio climático y lo que posiblemente éste nos depara en el futuro cercano y lejano. Sin embargo en regiones como la Patagonia Austral aún se carece de suficientes datos como para interpretar apropiadamente bien este proceso y sus impactos, entre otros fenómenos que con seguridad están ocurriendo. En años recientes, una cooperación entre la Secretaria de Estado de Ambiente de Santa Cruz y el Grupo Forestal, Agricultura y Manejo del Agua de INTA EEA Santa Cruz ha comenzado a desarrollar estudios que permitan comprender estas dinámicas, particularmente entre el clima y el agua.



Un punto de partida crucial para poder establecer si existe un cambio climático o un aumento en la variabilidad del clima en una región en particular, es comprender como es el comportamiento promedio del clima reciente. Es el equivalente a aceptar que para interpretar qué y cómo pueden estar cambiando las cosas primero se requiere conocer cómo han sido éstas en el pasado y cuál su dinámica hasta el presente. Hacerlo no resulta sencillo ya que se requiere de grandes volúmenes de datos que en general, en extensos territorios como buena parte de la Patagonia Austral, y Santa Cruz en particular, no está disponibles.

En un trabajo recientemente aceptado para su publicación en la revista METEOROLÓGICA, Leandro Almonacid, doctorante en Ciencias Aplicadas de la Universidad Nacional de la Patagonia Austral (UNPA) y en el marco de una cooperación entre la Secretaria de Estado de Ambiente de Santa Cruz y el Grupo de Investigación Forestal Silvopastoril, Agricultura y Manejo del Agua de INTA Estación Experimental Agropecuaria Santa Cruz, con aporte financiero de ENAP Sipetrol, presentó un avance importante en la generación de información hidroclimática que permite comprender el comportamiento medio de las lluvias en la provincia hasta el presente. Esta es una base fundamental para comenzar a dimensionar escenarios posibles futuros, asociados a un cambio de clima.

La precipitación es una variable esencial para caracterizar el clima y el ciclo hidrológico de una región. En ambientes áridos y semiáridos como los predominantes en la Patagonia Austral, las lluvias representan una de los pocos aportes de agua a un sistema del cual depende toda su diversidad natural e incluso las principales actividades económicas de la región, el caudal de los ríos, la recarga de los acuíferos, y la producción de pastizales entre tantas otras cosas.




Gracias a una exhaustiva compilación de datos pluviométricos realizada durante poco más de 15 años, principalmente por Oscar Bonfili (Oficina Meteorológica Río Gallegos del Servicio Meteorológico Nacional) y Boris Diaz (INTA), con la colaboración desinteresada de gran cantidad de propietarios de registros de precipitación como los dueños de establecimientos agropecuarios de toda la región entre otras significativas fuentes, se creó el Banco de Datos Hidrometeorológicos de Santa Cruz. Esta base, compuesta de 55 estaciones distribuidas en el territorio provincial y regiones vecinas con recursos hídricos compartidos se analiza en el artículo de Leandro Almonacid para el período 1995 – 2014, permitiendo no solo la creación de los primeros mapas de precipitación anual, estacional y mensuales históricos para Santa Cruz basados en una grilla rica en datos y de larga duración, sino que permite analizar comparativamente un conjunto de modelos globales, disponibles libremente en internet, que suelen utilizarse como referencia para explicar el comportamiento de las lluvias en todo el planeta y proyectar tendencias posibles para distintos escenarios futuros.

Se encontró que más del 60% del territorio provincial recibe anualmente menos de 200 mm anuales, encontrándose el mayor gradiente hacia la Cordillera de Los Andes, donde se pueden registrar hasta 750 mm anuales en el noroeste. Este gradiente se hace menos evidente hacia el sur de la región, donde se encuentran diferencias altitudinales no mayores a los 800 msnm de oeste a este. La costa marítima, al este de la provincia, presenta una precipitación anual mayor que la zona central mediterránea, con un régimen de lluvias de entre 200 y 300 mm, aumentando su gradiente hacia el sur de la región costera. Por otra parte, se encontró que existe cierta estacionalidad en las precipitaciones según la ubicación geográfica dentro de la provincia. Por ejemplo, la zona sureste, en cercanías a la ciudad de Rio Gallegos, mostró una precipitación levemente mayor en el verano que en las demás estaciones. Esta estacionalidad también se manifestó en la zona centro-este en cercanías a la localidad de Puerto San Julián, donde la mayor precipitación se da en el otoño. En cambio, no existe una marcada estacionalidad sobre la cordillera, encontrándose los valores de precipitación media estacional entre 100 y 150 mm para las cuatro estaciones del año.

Esta base lograda representa una herramienta útil para utilizarla como insumo en modelos hidrológicos y ecológicos, que permitirán en los próximos años entender el comportamiento espacial del fenómeno y particularmente, interpretar qué podría suceder con las precipitaciones en distintas zonas de la provincia. De tal forma, también representa una herramienta útil para la gestión de los recursos naturales, en especial para el establecimiento y seguimiento de políticas públicas orientadas a los recursos y actividades humanas que dependen de las precipitaciones para sustentarse.