viernes, 18 de noviembre de 2016

Banco de datos hidrometeorológicos de Santa Cruz


Con la meta de crear una base de conocimiento sobre clima y agua de utilidad para el estudio de la hidrología regional y particularmente asociado al sector agropecuario, en 2014 se inició en INTA EEA Santa Cruz el desarrollo de un Banco de Datos Hidrometeorológico en colaboración con diversas instituciones y empresas de la región. Éste representa una herramienta estratégica para analizar y comprender la dinámica pasada y perspectivas futuras del recurso natural más importante en nuestra región.

 

El diagnóstico y permanente monitoreo del recurso hídrico y de los fenómenos terrestres y atmosféricos que lo condicionan son esenciales para la comprensión de su dinámica, el planteo de su planificación y la gestión integrada. Si bien éstos son roles indiscutibles e indelegables de un Estado Provincial (debe tenerse presente que la administración de los recursos hídricos superficiales y subterráneos corresponde a las provincias según se establece en la Constitución Nacional), un apropiado asesoramiento técnico o intervención directa para el uso del recurso también requiere de este conocimiento como insumo fundamental para contribuir al desarrollo regional en el marco de la sostenibilidad y la sustentabilidad.
Los estudios sobre los recursos hídricos a escala regional resultan de vital importancia para una apropiada planificación territorial, dada la preocupación y debates públicos a escala mundial y en nuestro propio país por los crecientes problemas ambientales, sociales y económicos, que se manifiestan en el desabastecimiento hídrico en amplias zonas, la sequías, el cambio de patrones de precipitación, la desaparición y retroceso de glaciares, la creciente competencia y conflictividad por el agua, la sobreexplotación y subutilización de los recursos hídricos, y la remoción de hábitats relevantes vinculados al agua.
Una premisa básica sobre la que no parece necesario discutir es que no se puede tomar decisiones sobre algo que se desconoce, cuando menos en un marco de esperanza razonable de hacer las cosas bien. Una vez claro este punto, parece también lógico que en el camino hacia una buena planificación y toma de decisiones, disponer de información confiable, segura, completa y bien documentada es el primer paso necesario. Esto se aplica tanto desde el nivel de predio como al de toda una región o provincia.
Con la meta principal de crear una base de conocimiento sobre clima y agua de utilidad para el análisis permanente del estado de situación y escenarios futuros de la hidrología regional y en particular asociado al sector agropecuario, que permita apoyar en ello mejores decisiones de manejo e intervención del recurso, en el año 2014 se inició en INTA EEA Santa Cruz un Banco de Datos Hidrometeorológico. Éste consiste en un registro de datos relacionados a la meteorología, climatología e hidrología regional ordenado, catalogado, documentado, compilado en un formato de sencilla búsqueda y comprensión, de forma que permita realizar análisis de fenómenos de interés relacionados con los recursos hídricos, tanto en su fase atmosférica (meteorología y climatología) como terrestre (hidrología superficial y subterránea).
El esfuerzo para este desarrollo es colaborativo entre numerosos técnicos e instituciones, como INTA AER Río Gallegos, la Oficina Meteorológica Río Gallegos del Servicio Meteorológico Nacional, la Dirección Provincial de Recursos Hídricos (CAP) y la Subsecretaria de Medio Ambiente de la Provincia de Santa Cruz, entre otros. También resulta fundamental la valiosa contribución de numerosas Estancias y empresas con estaciones meteorológicas así como instituciones nacionales y empresas como EVARSA que disponibilizan públicamente importantes registros hidrométricos para la región.

A la fecha, el Banco de Datos Hidrometeorológico compila, entre otros:

(a)      Una base de datos con registros de temperatura y precipitación de estaciones en la provincia y en regiones vecinas con recursos hídricos compartidos.
(b)     Una base de modelos climatológicos, principalmente orientados a temperatura y precipitación históricas y sobre escenarios futuros posibles en un contexto de cambio climático global.
(c)      Una base de datos de calidad de aguas, de fuentes superficiales y subterráneas en la provincia.
(d)     Una base de datos de aforos y registros históricos de tirantes y caudales, de diversos ríos de la provincia, procedente de estaciones administradas por la Dirección General de Aguas de Chile (para ríos binacionales) y de la Subsecretaria de Recursos Hídricos de la Nación a través de la empresa EVARSA.
(e)      Un sistema de información geográfica de utilidad como contenedor de información geoespacializada de interés hidrológico, de superficie y subterránea, orientada a estudios sobre el agua en la región. A la fecha cuenta con 257 capas temáticas de carácter ambiental en rango de detalle a semidetalle (E 1:100.000 - 1:500.000) derivado de los trabajos y producciones cartográficas desarrolladas por el Sistema de Información Territorial Oficial de la provincia (SIT SantaCruz) entre los años 2007 y 2013.

El Banco de Datos Hidrometeorológico se encuentra en una etapa inicial de desarrollo y depende de los esfuerzos colaborativos para su crecimiento y aún resta tiempo para su finalización. Sin embargo representa un paso fundamental hacia la disponibilidad de una herramienta estratégica para la comprensión de la dinámica y perspectivas futuras de (quizás) el recurso natural más importante en nuestra región.

viernes, 14 de octubre de 2016

Hidrología superficial de la Región del río Gallegos

Los recursos hídricos en la región hidrográfica binacional del río Gallegos, en particular en el sector argentino, han sido escasa y esporádicamente estudiados en el poco más de un siglo de ocupación y aprovechamiento económico intensivo de sus tierras, desconociéndose en la actualidad la dinámica natural de sus aguas, cómo se las aprovecha, cuál es el impacto en éstas asociado a las prácticas de aprovechamiento y cuáles podrían ser las tendencias para el recurso en los años por venir.
Producto de unos pocos estudios accesibles y de unas pocas estaciones de registro ubicadas en la cuenca alta del sistema hidrográfico, se dispone de datos dispersos relacionados con la producción de caudales puntuales en el río Gallegos y algunos de sus tributarios. Este desconocimiento sobre la hidrología de superficie de la cuenca determina una importante incertidumbre sobre su dinámica actual, potencialidad de uso e impacto, y muy particularmente, el futuro probable de la producción de aguas en un escenario de cambio climático global con importantes repercusiones potenciales para la vida socioeconómica en la región, lo cual repercute en las acciones inmediatas de intervención, control y gestión requeridas para asegurar una apropiada administración a escala de cuenca hidrográfica.



La región posee una extensión total de 19.306 km2, 31,1% de los cuales se encuentran en la República de Chile y el restante 63,9% en Argentina. Concentra poco más del 40% de la población de Santa Cruz, una región pequeña en términos de extensión superficial en la provincia aunque de la mayor importancia económica regional por el tipo e intensidad de su economía, sometida a una creciente presión de uso e impacto del suelo, muchas de cuyas actividades presentan importantes incompatibilidades espaciales y temporales entre sí y de gran impacto.
El módulo anual del río Gallegos poco antes de su desembocadura en el Mar Argentino alcanza unos 39,1 m3/s, en término promedio un 23% mayor que en sus nacientes en Puente Blanco, con caudales medios extremos de entre 70,4 m3/s (junio) y 15,1 m3/s (marzo). Los ríos Rubens y Penitente representan los mayores contribuyentes de los caudales medios mensuales, anuales y estacionales, con poco más del 80% aproximadamente de las aguas de superficie producidas en la región hidrográfica. Se presenta una importante variabilidad interanual en los escasos registros hidrométricos disponibles por lo que esta caracterización podría cambiar con un mejor conocimiento del comportamiento de los restantes tributarios del sistema, actualmente desconocidos como los ríos El Zurdo, Turbio y Gallegos Chico principalmente, así como extensas zonas de captación con escaso desarrollo de redes de drenaje pero con potenciales escurrimientos significativos de subsuperficie.
La tendencia en el comportamiento de los caudales del sistema se mantiene relativamente estable en el período 1990 al presente sin evidenciar caídas como acusan otros ríos de la provincia de similar régimen de alimentación (pluvio - nival), quizás en parte motivado en el cambio climático que experimenta la región en años recientes, pero sin tampoco evidenciar crecimiento en la producción anual de aguas como podrían estar prediciendo algunos modelos globales de cambio climático.



El año hidrológico 2016 - 2017 se muestra anómalamente seco, como no se ha tenido registro en décadas recientes. Si bien se ha tratado de un año de efecto ENSO intenso en Patagonia Austral, la situación puede estar evidenciando una tendencia que requerirá de monitoreo cuidadoso teniendo en cuenta la relevancia socioconómica del agua en la región.

lunes, 23 de noviembre de 2015

¿Por qué es importante estudiar nuestras aguas de superficie?



No resulta difícil explicar y convencer acerca de la gran importancia del agua para el sostenimiento de la vida humana y de casi toda forma de vida conocida, así como para el desarrollo de cualquier proceso productivo o actividad económica. Aunque seguido de cerca por otros elementos naturales como el oxígeno, no existe en nuestro planeta ningún otro elemento natural tan importante como éste, en particular en regiones preponderantemente semidesérticas como lo son grandes extensiones de la Patagonia Austral. Y aun así, se trata quizás del elemento menos estudiado, menos comprendido, más aprovechado y menos protegido, en algunas provincias como Santa Cruz.




Repasemos algunos muy conocidos números sobre el agua para dimensionar su importancia para la vida en nuestro planeta. El agua cubre un 70% de su superficie, un porcentaje que curiosamente es bastante similar a la proporción de agua presente en los seres vivos, gota más, gota menos, incluyendo al cuerpo humano. Sin embargo, de esta vasta cantidad de agua, tan solo un 2,5% consiste en agua dulce, aquella realmente accesible y de utilidad para la vida en la superficie terrestre (excluyendo la de los mares). De esta ya pequeña cantidad, un 70% consiste en hielos y nieves permanentes principalmente ubicada en los polos y poco menos del 30% restante se encuentra en depósitos subterráneos. De todo lo mencionado resulta que aproximadamente solo un 0,008% del agua del planeta consiste en aquella dulce que escurre por su superficie. Poniéndolo en perspectiva, si todo el agua del planeta pudiera meterse en una cisterna de 1.000 litros como las domiciliarias, toda el agua dulce de superficie (ríos, lagos y lagunas) solo serían unas 1.500 gotas.

Bien. Hemos establecido que el agua dulce de superficie, aquella que siendo parte de lagos, ríos y lagunas, es extremadamente escasa en el planeta. La Patagonia y Santa Cruz en particular, consisten en regiones con fuerte predominio de ambientes semidesérticos. Esto significa que la presencia de agua en superficie es particularmente más reducida que en otros ambientes del globo, en los cuales las precipitaciones líquidas (como en selvas) o sólidas (como en los polos) predominan por sobre la evaporación a lo largo del año. En Santa Cruz, estas aguas de superficie se concentran en pocos y grandes lagos mayormente cordilleranos así como en escasos ríos de régimen permanente y un caudal en promedio bajo para los estándares nacionales, que cruzan todo el territorio hasta el mar.
Existe una creencia generalizada en nuestra Sociedad que el recurso agua es infinito, inagotable, quizás por la imagen que nos provocan las grandes extensiones de lagos como el Viedma, el Buenos Aires y el Argentino, y ríos caudalosos como el Santa Cruz, si bien en relación a la gran extensión del territorio provincial sus valores son escasamente representativos (menos de un 2% en cobertura).

Nos resta mencionar que en el actual contexto de cambio climático global, incluso aun siendo materia de debate cómo terminará por repercutir éste en el clima regional, las reservas de agua en la forma de glaciares están reduciéndose drásticamente en la región. También así los aportes estacionales de nieves y lluvias que alimentan y recargan los reservorios de la provincia como lagos, lagunas y acuíferos cada año desde hace unas tres décadas, una situación ya bien conocida por el sector agropecuario de la provincia.
En este punto podemos resumir algunas ideas. El agua en el planeta es escasa, y mucho más aún en regiones como Santa Cruz. No se concibe casi ninguna forma de vida, incluyendo la humana, ni actividad económica posible sin acceso al agua dulce. Incluso nos encontramos en un escenario de cambio en el que cada vez habrá menos.  Podemos agregar el hecho de que las aguas de superficie son las más fácilmente impactables (negativamente) a partir de las actividades socioeconómicas lo que resta agua utilizable a la ya escasa oferta natural, como por ejemplo a partir de los efluentes urbanos sin tratamiento, derrames y vertidos de las industrias extractivas como el petróleo y la minería, y de procesos industriales como los frigoríficos.
Con este panorama, no resulta difícil concluir que el conocimiento más detallado posible de los recursos hídricos resulta una pieza clave para el diagnóstico permanente de su estado de conservación y uso, como así también para asegurar una apropiada planificación y gestión. Existen importantes roles compartidos entre las diferentes instituciones presentes en la región con competencias e intereses en este recurso natural, en las cuales por el momento no se evidencia una fuerte decisión de intervención con inversión de recursos para la generación de un rico conocimiento de base incluso orientado a la formación de profesionales capacitados para la intervención en el tema, cuando menos en proporción a la relevancia de este recurso natural para la vida de las sociedades insertas en el territorio y el desarrollo de sus actividades económicas.